Una persona sana pasará un tercio de su vida durmiendo.
Dormir garantiza que se lleven a cabo una serie de procesos biológicos esenciales que son claves para prevenir y tratar muchas enfermedades.
Un 13% de la población padece insomnio crónico, pero el porcentaje de personas que presentan problemas para dormir, de forma puntual o a lo largo de su vida, es muy superior.
La falta de sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer patologías cardiovasculares, con un aumento en los casos de diabetes, con un incremento de la obesidad, con un empeoramiento de las enfermedades mentales y neurológicas, con una mayor tasa de adicciones.
Y en nuestra especialidad, hemos observado como un paciente que no duerme las horas suficientes, presenta menor tasa de respuesta a los tratamientos médico-estéticos habituales, así como una menor duración en los efectos beneficiosos obtenidos con los mismos.
Por ejemplo, un paciente al que se le infiltra un material inductor de colágeno para mejorar la calidad de su piel, como por ejemplo la hidroxiapatita cálcica o los hilos de polidioxanona, tendrán un menor resultado y el efecto de retensión cutánea les durará menos, si no están durmiendo entre 6 y 8 horas. Y un paciente que se somete a sesiones de mesoterapia capilar con polivitamínicos y ac. hialurónico para mejorar la velocidad de crecimiento y el grosor y calidad de su pelo, verá comprometidos los resultados sí está durmiendo poco y mal.
Actualmente sabemos que la falta de sueño origina unos cambios en el metabolismo, que predisponen y originan en la persona que los sufre, un aumento de su peso y un mayor riesgo de padecer obesidad.
Se demostrado como en estos pacientes, disminuye la secreción de Leptina, la hormona responsable en nuestro organismo de que podamos percibir la saciedad tras haber comido. Y como aumenta la secreción de Ghrelina, hormona responsable del apetito. Por eso cuando un paciente está durmiendo poco y mal, le cuesta mas mantener su peso y tiende a ir aumentándolo.
El déficit de sueño también debilita el sistema inmunitario, por lo que realizar un procedimiento médico estético en un paciente que duerme mal, incrementa el riesgo de sufrir una infección.
Por todo ello es esencial asegurarnos antes de proponer y llevar a cabo cualquier tratamiento de Medicina Estética, que nuestro paciente presenta un patrón de sueño adecuado. Y en caso de no ser así, es preferible posponer la intervención hasta que nuestro paciente duerma mejor.
Y no vale compensar la horas de sueño perdido entre semana, por ejemplo durmiendo mas el fin de semana. Esto nos ayuda a paliar el cansancio, pero no evita ni disminuye los efectos nocivos, que el déficit de sueño ha causado a nuestro sistema endocrino, inmune y cardiovascular.
En Arts Médica nos gusta ayudar a nuestros pacientes afectados por alteraciones en su patrón del sueño, como paso previo a la realización de cualquier tratamiento. Esto nos permite optimizar los resultados y minimizar los riesgos.
Para ello contamos con diversas herramientas y una de nuestra preferidas es la que enmarcamos en nuestra filosofía: “Que tu alimento sea tu medicina”.
A continuación os recordamos algunos de los alimentos que pueden ayudarte a conciliar y mantener el sueño:
- Leche templada, rica en triptófano, aminoácido esencial para la síntesis de melatonina, la hormona del sueño.
- Pollo, también rico en triptófano, ideal para la cena.
- Chocolate negro, que estimula la secreción de serotonina, la cual relaja el cuerpo y la mente, reduciendo la ansiedad.
- Infusiones de tila, manzanilla, pasiflora, melisa, por sus propiedades relajantes y sedantes.
- Miel, una cucharadita en la leche o la infusión.
- Almendras, ricas en triptófano y magnesio.
- Cerezas, fuente natural de melatonina.
- Plátano, rico en magnesio y potasio, capaz de actuar como relajante muscular.
- Avena y cereales integrales, ricos en vitaminas B1 y B6, que regulan el sistema nervioso.
¡¡¡Felices sueños!!!