El acné es una patología plurietilógica, en la que distintas causas pueden darse a la vez y con una fisiopatología secuencial, donde varios factores interactúan de forma progresiva, originando las diferentes lesiones que se observan en los pacientes afectados por el acné.
Vamos a intentar explicaros como se produce el acné.
Sabemos que una tasa elevada de andrógenos (testosterona), de la mano de la 5-alfarreductasa (enzima que se encuentra en las glándulas sebáceas), se convierten en 5-alfadihidrotestosterona, la cual induce una producción de sebo excesiva, al aumentar el tamaño y la función (hipertrofia) de la glándula sebácea.
Y este sebo aumentado, por hidrólisis, genera un aumento en la liberación de ácidos grasos libres, que irritan al folículo induciendo una hiperqueratinización. Y ésta consiste en la formación de una queratina mas densa, y un aumento del recambio celular epidérmico del folículo.
La hiperqueratinización unida a una anormal descamación del epitelio del folículo pilosebáceo y al exceso de sebo, provoca la obstrucción del folículo y la formación del comedón (puntos negros).
Esta circunstancia favorece la multiplicación bacteriana, especialmente del Propionibacterium acnes, bacteria responsable de la mayor parte de casos de acné infeccioso que vemos en nuestras consultas, explica la Dra. Carlota Hernández, y que con su actividad lipolítica e inflamatoria, favorece la secreción de mas ácidos grasos libres con aparición de nuevos comedones, y activa la respuesta inmune originando lesiones inflamatorias: pápulas y pústulas (granos rojos y amarillos).
La dieta aunque no desempeña un papel esencial en la etipopatogenia del acné, puede agravar éste si es rica en grasa, ya que favorece el aumento de producción de sebo al aumentar la materia prima. Y dificulta la reparación de la lesiones inflamatorias y/o infecciosas, si es deficitaria en vitaminas y minerales que actuarán como cofactores en los procesos antiinflamatorios y de regeneración tisular.
El estrés aumenta la excreción de esteroides suprarrenales, incrementando la actividad androgénica. Y por otra parte, activa la cadena proinflamatoria, contribuyendo no solo al aumento de la producción de sebo por parte de la glándula sebácea, sino además favoreciendo su colonización por agentes infecciosos y su actividad inflamatoria.
El tratamiento del acné está orientado hacia la corrección de los factores implicados en su etiopatogenia, esto es: regular la secreción sebácea, evitar la obstrucción del folículo y disminuir la población bacteriana. Y en Arts Médica contamos con protocolos de tratamiento que aplicaremos según el tipo de lesión clínica predominante.
No queremos despedirnos sin enviar un mensaje de esperanza a todos los pacientes afectados por esta patología. El acné es algo que nos afecta y condiciona pero que puede tratarse y resolverse, para mejorar nuestra calidad de vida e impedir la aparición de marcas y/o otras secuelas permanentes.
Y si os interesa saber más sobre como abordamos en Arts Médica esta patología, os invitamos a visitarnos.